Ca l’Herminda abrió sus puertas en 1963 y desde los inicios, hemos querido transmitir en nuestro espacio, el ambiente acogedor y familiar que se respira en sus paredes.

Nuestro objetivo es ofrecer felicidad y, por este motivo, le concedemos gran importancia al ritual. Queremos que nuestros invitados disfruten de cada uno de los placeres que rodean una mesa: la importancia de la luz y el silencio, del gesto y la mirada, el placer de la serenidad del entorno.

La presentación de nuestros platos juega con el vacío del plato, haciéndose notar el contraste entre tradición y vanguardia.

Ubicado en el corazón de Port de la Selva y con una trayectoria que nos respalda, aquí encontrarás no solo platos preparados con pasión, sino también un rincón donde el tiempo parece detenerse para disfrutar del buen comer y el buen vivir.